martes, 18 de junio de 2013

Mi abuelito

Mi abuelito estuvo en la guerra civil. Y contaba COSAS. Jamás he contrastado la veracidad de las mismas. 

Señores, señoras, les presento a mi abuelo:


El primer día me dieron un fusil. Lo cogí y LO TIRÉ (Sí, amigos, se pasó TODA LA GUERRA desarmado). No pegué ni un tiro en toda la guerra (Esto lo decía con orgullo-descojone) Al acabar la guerra me encontré un fusil por ahí ¡Y ERA EL MÍO! ¡Lo sé porque tenía el mismo número de serie!
Hacía mucho, mucho frío. Por la noche la gente se moría ¡pero se morían felices! ¡Todos sonreían! ¡Así, enseñando los dientes! (La famosa "sonrisa de la muerte" por congelación)
Todos pasábamos hambre. Un hambre atroz. Recuerdo que a veces nos daban pan, nos poníamos la barra debajo del brazo y nos íbamos con él así a las batallas. ¡Nadie quería soltarlo por si se lo quitaban!
Yo era el encargado de las comunicaciones. (Esto es buenísimo). Llevaba una caja metálica CON UN TINTERO Y PAPEL y corría de un puesto de mando al otro. (Mi abuelo tenía una medalla en su casa por ser el único superviviente de su batallón. Creemos que en cuanto oía tiros se iba "a informar")
Y ahora la anécdota que más me gusta...
Una vez estábamos un tipo y yo tirando granadas COMO LOS LOCOS. Una, y otra, y otra.... y nada, las malditas granadas no estallaban. "¡Estos cabrones nos han dado las granadas rotas!"- pensábamos. Tiramos una caja entera de granadas, y cuando íbamos por la mitad de la segunda caja, nos dimos cuenta de que HABÍA QUE QUITAR UNA ANILLITA. ¡¡¡¡Jajajajaja!!!! ¡¡Nadie nos había dicho que había que quitar la anilla ésa!! ¡¡Por eso no explotaban!!
ATERRADOR 


miércoles, 12 de junio de 2013

Tengo un TOC y encima LO HAGO MAL

Cuando salgo de casa siempre, siempre, SIEMPRE compruebo que he apagado la luz del baño.

Y siempre, siempre, SIEMPRE me dejo la luz de la cocina encendida.

Es PATÉTICO porque es verdad. ¡Soy lers!. Llorad por mí.